Decía William Shakespeare que “todo el mundo es un escenario”, es decir, que todos somos actores. Y no puedo estar más de acuerdo. Nos pasamos el día actuando. En casa con la familia o en el trabajo. Como decía Paul J. Meyer, uno de los pioneros de la industria del desarrollo personal “La comunicación humana es clave para tu éxito personal y profesional”. Te hablaba de ello en mi post “Comunica Mejor”.
En esta línea, hoy quiero escribir sobre cómo mejorar tu capacidad para hablar en público. Asesorando y formando a directivos he descubierto que es una de las competencias más importantes y a la vez que generan más dudas, incluso temores. Decía el escritor y guionista estadounidense Sidney Sheldon, “la muerte es el segundo miedo más importante que tenemos las personas, hablar en público es el primero”.
A continuación, comparto contigo 10 IDEAS QUE PUEDEN AYUDARTE A MEJORAR MUCHO TU CAPACIDAD DE HABLAR EN PÚBLICO.
- EMPIEZA FUERTE: Resulta clave. Vas a generar una primera impresión rápidamente que hará que despiertes interés y quieran seguirte, o no. Se conoce como el “Efecto Primacía”, es decir, lo que dices al principio resulta decisivo. El principal objetivo es captar la atención. Así que sé imaginativo en conseguirlo. Piensa en alguna imagen potente, en alguna cita relevante o en alguna idea sorprendente. Ya sabes, te la juegas en los primeros segundos y debes ganarte su atención.
- APASIÓNATE: Los buenos ponentes están apasionados por aquellos temas sobre los que hablan. Demuestra tu pasión, habla con energía y convencimiento y transmite esta energía de forma clara y rotunda. Resulta casi imposible “enganchar” a tu audiencia si no hablas de forma apasionada.
- NO LEAS: Sí, ya sé que resulta obvio, pero continúo viendo numerosos profesionales que todavía lo hacen. Ten una idea resumida, detalla los puntos clave, pero explícalo a tu manera, sin leer.
- POCO TEXTO: Muy relacionada con la anterior. Aconsejo que las diapositivas (si las utilizas) tengan muy poco texto. Cuando hayas acabado de preparar tu presentación, revísala a fondo a ver cuánto texto puedes eliminar. Atrévete a utilizar poco texto, tu audiencia te lo agradecerá.
- DIVIÉRTETE Y DIVIERTE: Las buenas presentaciones deben ser divertidas o al menos entretenidas. Incorpora alguna broma, algún toque de humor. Reconoce algún error tuyo, alguna anécdota divertida. Facilitarás la conexión con tu audiencia.
- CUENTA HISTORIAS: Importantísimo. Intenta explicar las ideas que quieres compartir a través de historias. La gente suele entender mejor y les suele gustar mucho más aprender a través de historias, de anécdotas, de vivencias o similares, que a través de contenidos teóricos.
- PON EJEMPLOS: Muy relacionada con la idea anterior. Mira en la medida de lo posible buscar ejemplos (de personas, de empresas, etc.) que ayuden a explicar la idea que quieres transmitir.
- PREPÁRATE Y PRACTICA: Es evidente, pero las buenas presentaciones deben prepararse a fondo. Además, para hablar bien en público debes practicar mucho. Se trata de una competencia eminentemente práctica. Así que ya sabes, busca oportunidades y lánzate a practicar.
- SÉ DIFERENTE: Sigue tu propio estilo. Un error muy frecuente es querer imitar a otras personas que te gusta cómo hablan en público. Está bien coger algunas ideas de otros ponentes, pero sé fiel a tu forma de ser. Atrévete a ser diferente y buscar tu propio estilo. Sé auténtico.
- TERMINA MÁS FUERTE: El final es realmente importante. Dejar una impresión final brillante resulta imprescindible. Como sucede con un buen postre que puede convertir una comida normal en brillante, debes pensar bien en tu final. Guárdate un “conejo en la chistera”. Alguna idea potente, alguna imagen, vídeo o cita, que sea realmente memorable y que te ayude a cerrar una gran presentación. Dedícale tiempo y esfuérzate en conseguir este final potente. Marcará totalmente cómo es percibida tu presentación.
Termino con una idea final. Decía Fred Miller, filósofo estadounidense, “El peor discurso que jamás darás, será mucho mejor que el que nunca das”.