Este pasado jueves 23 de enero ha fallecido uno de mis ídolos, el profesor de Harvard, consultor, escritor y conferenciante Clayton Christensen. Ha sido uno de los grandes referentes del management de principios del siglo XXI. Quería aprovechar este post para rendirle un merecido tributo.
Clayton ha sido especialmente conocido por la creación del concepto “innovación disruptiva”, introducido por primera vez en su libro “The Innovator’s Dilemma” en 1997. Personalmente, me gustó muchísimo más su segunda obra, ¿“How will you measure your life?” (¿Cómo medirás tu vida?), publicado en 2012. En mi humilde opinión se trata de una obra maestra, sin duda uno de los mejores libros que he leído en mi vida.
En el libro, Clayton narra los encuentros de exalumnos de Harvard, años después de su graduación. Inicialmente, en el encuentro del quinto aniversario, la gran mayoría de los exalumnos parecen tener una vida realmente exitosa. Muy bien vestidos, con parejas físicamente muy atractivas, con cargos de altas responsabilidades, viviendo en lugares lujosos y exóticos… lo que vendría a ser la imagen de grandes triunfadores. Prosigue Christensen indicando que, en el encuentro del décimo aniversario de su promoción, muchos de los alumnos ya no se presentaron. Preguntando por los alumni ausentes, muchos estaban ocupando cargos de altísima responsabilidad dirigiendo grandes corporaciones y ganando muchísimo dinero. Pero pese su extraordinario éxito a nivel profesional y económico, muchos de ellos parecían realmente infelices. En su promoción (académica y profesionalmente una de las mejores de la historia de Harvard), eran frecuentes los divorcios, las rupturas familiares, la pérdida de amigos, los problemas psicológicos (depresiones, adicciones…). Clayton se preguntaba cómo podía ser que personas tan brillantes, tan inteligentes y exitosas a nivel profesional pudieran naufragar de forma tan rotunda en la esfera personal. Sigue la narración Clayton, indicando que en los encuentros de la 25 y posteriores promociones, algunos compañeros no asistieron por estar en prisión por escándalos empresariales como los de Enron y McKinsey entre otros.
En primavera de 2010, Clayton fue invitado a dar una charla a los recién graduados en Harvard. En ese momento, Clayton estaba realizando un tratamiento de quimioterapia debido a un cáncer. Afirmó que estaba viendo de cerca la muerte y que por este motivo podía hablar en propiedad acerca de qué es lo más importante en la vida y, sobre todo, de lo importante que resulta saber cómo medirás tu vida cuando se acerque el fin. Tras la charla decidió convertir su discurso en el magnífico libro que publicó 2 años después con la ayuda de 2 alumnos suyos que lo escucharon y quedaron realmente emocionados con él: James Allworth y Karen Dillon.
El libro, más que ofrecer respuestas, aporta grandes preguntas:
- ¿Cómo puedo estar seguro de que encontraré satisfacción en mi carrera profesional?
- ¿Cómo puedo estar seguro de que mis relaciones personales serán una fuente duradera de felicidad?
- ¿Cómo puedo evitar comprometer mi integridad – y no terminar en prisión?
La premisa principal del libro es que los criterios que utilizamos para tomar decisiones son los que moldean nuestra vida. Básicamente, estos criterios no son más que entender cómo y a quién prestamos atención en nuestra vida. Al final, más que nuestras declaraciones, lo que realmente define nuestra estrategia vital es a qué y a quién dedicamos tiempo. Todo lo demás, es superficial.
Como solía decir Steve Jobs, “vive tu vida como si fuera tu último día, algún día así será”.
Clayton ha vivido toda su vida centrado en sus ideales. Teniendo muy presente cómo iba a valorar su vida. Especialmente durante estos últimos 10 años cuando ha convivido con varios cánceres y también con un ataque al corazón. Tu viaje ya ha empezado hace años. Piensa cuanto antes en las preguntas que te presentaba anteriormente. Sólo teniendo claro qué tipo de vida quieres vivir sabrás finalmente cómo medirla.
Porque, como el propio Clayton Christensen decía, “piensa bien las métricas por las que vas a juzgar tu vida, y comprométete a seguirlas cada día de la misma; de esta forma, al final podrás juzgar tu vida como un gran éxito”.
