Posiblemente el grupo más importante de la historia de la música fueron los Beatles. El grupo estaba formado desde 1962 hasta su separación por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. Tuvieron un éxito incomparable en la década de los 60. Desde su desaparición como grupo mucho se ha especulado sobre los motivos que los llevaron a tomar tal decisión. El propio Paul McCartney califica como el inicio del fin del grupo su concierto en el New York Shea Stadium en el verano de 1965. En este concierto, congregaron a 55.000 personas que no cesaron de cantar y chillar durante todo el concierto. Fue el concierto más multitudinario realizado por la banda hasta ese momento. Afirma McCartney que, durante el concierto, había tanto ruido que dejaron de escuchar su propia música. Los atronadores gritos de los fans les impedía escuchar su música lo que dificultó notablemente que pudieran actuar en condiciones. Y califica el inicio del fin del grupo tras este éxito tan abrumador. A partir de este momento, fue difícil gestionar el grupo y empezaron los problemas internos que comportaron su desaparición.
Creo que es una buena analogía para entender mejor los problemas que suele comportar el éxito.
Les sucede a muchas empresas. Tienen clara su visión, empiezan desarrollando bien su misión, tienen éxito, empiezan a crecer, tienen más éxito, y en muchas ocasiones, pierden el contacto con la realidad, pierden su esencia y, parafraseando a McCartney, dejan de escuchar su propia música.
A los profesionales también les sucede lo mismo. Muchas personas empiezan a tener éxito en su carrera profesional, van creciendo y a medida que van teniendo éxito, pierden contacto con la realidad. Olvidan su esencia y se convierten en otros profesionales, en otras personas con valores distintos. Y entonces, cuando “dejan de escuchar su propia música”, es cuando empiezan los problemas.
Evidentemente cada uno a su nivel. No tienes por qué ser los Beatles y llenar un estadio de fans. En tu propio nivel, cuando tienes éxito de forma continuada puedes perder el norte.
Como suele decirse, EL ÉXITO SUELE LLEVAR A LA ARROGANCIA Y ARROGANCIA SUELE LLEVAR AL FRACASO.
Me encanta la frase del chef británico Marco Pierre White al respecto,
“El éxito nace de la arrogancia, pero la grandeza viene de la humildad”.
Son innumerables los ejemplos de personas muy exitosas que han sido muy infelices y han tenido numerosos problemas, y en la mayoría de los casos han terminado muy mal. Seguro que recuerdas actores, cantantes, deportistas, empresarios que no superior digerir su éxito y el propio éxito los llevó a tomar malas decisiones con terribles consecuencias.
Sí, ya sé que seguramente no eres un deportista de élite o un cantante internacional, pero seguro que tienes personas cerca que han tenido éxito y no lo han sabido gestionar. Que el éxito les ha cambiado totalmente y no precisamente para bien.
En este sentido, TE RECOMIENDO TENGAS MUCHO CUIDADO SI TIENES ÉXITO. SÉ FIEL A TUS VALORES Y A TUS PRINCIPIOS Y NUNCA OLVIDES LO QUE TE HIZO TENER ÉXITO. RODÉATE DE PERSONAS QUE TE HAGAN MANTENER LOS PIES EN EL SUELO Y TE AYUDEN A COMPROBAR SI SIGUES ESCUCHANDO TU PROPIA MÚSICA.
Como dice la conocida frase de un autor anónimo,
“Jamás permitas que el éxito te llegue a la cabeza, ni el fracaso al corazón”.