En un mercado tan competitivo, es crucial descubrir qué hace que tu empresa, tu producto o servicio o incluso tú mismo, destaque. Como suele decir el experto en branding Bernard Kelvin Clive, «Sin diferenciación, no tienes marca». Pero no todos los diferenciadores son iguales. En este post te cuento CÓMO DIFERENCIARTE DE FORMA EFECTIVA para que realmente conectes con tus clientes objetivo.
LA TRAMPA DE «MEJOR»
Muchas empresas y profesionales destacan aspectos que hacen mejor que sus competidores. Si bien esto puede ser beneficioso, a menudo resulta ineficaz en marketing. Simplemente afirmar superioridad suele ser ineficaz porque carece de una narrativa convincente. Las diferencias de calidad por sí solas rara vez captan la atención de los clientes potenciales.
LA TRAMPA DE «SER DIFERENTE POR SERLO»
Por otro lado, algunas empresas se esfuerzan por ser diferentes solo por el mero hecho de ser diferentes. Este enfoque también puede ser erróneo. Ser diferente no tiene valor intrínseco a menos que aborde algo que les importe a sus clientes. La singularidad sin relevancia es solo ruido. No caigas en el error de centrarte en la diferenciación extravagante. Algunas personas o empresas, en busca de la diferenciación consideran hacer algo inusual solo con el objetivo de ser diferentes. Si bien esta estrategia puede ser divertida, rara vez es efectiva.
EL PODER DE LA «DIFERENCIACIÓN RELEVANTE»
La verdadera diferenciación reside en ser único, pero de una manera que le importe a tu público objetivo. Esto significa comprender qué valora tu público objetivo y cómo puedes satisfacer esas necesidades de forma única. Aquí tienes un enfoque paso a paso para descubrir CUÁL PUEDE SER TU DIFERENCIACIÓN RELEVANTE:
- Identifica competidores: Determina con qué o con quién te comparan tus clientes objetivo. Podrían ser competidores directos o bien soluciones alternativas.
- Comprende las percepciones: Infórmate sobre cómo los clientes perciben estas alternativas. ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades? ¿Qué les gusta de tus competidores y qué les disgusta?
- Identifica los aspectos negativos de tus competidores: Busca aspectos negativos comunes asociados a estas alternativas. ¿Existe algún problema recurrente o insatisfacción? ¿Qué es lo que no acaba de funcionar bien en tus competidores o en las soluciones alternativas?
- Soluciona los aspectos negativos: Presenta tu oferta como el antídoto a estos aspectos negativos. Si la competencia se percibe como impersonal, enfatiza tu servicio personalizado. Si tus competidores son percibidos como lentos, destaca tu rapidez. Debes ser percibido como la solución a los problemas que presentan tus competidores.
Si bien este proceso parece sencillo, puede ser difícil de implementar para tu propia empresa o en ti mismo. Estar demasiado cerca de tu negocio suele hacerte perder la objetividad. Buscar perspectivas externas o consultar con expertos puede ofrecerte información valiosa y darte una mayor objetividad.
En conclusión, LA DIFERENCIACIÓN EFECTIVA CONSISTE EN SER ÚNICO DE UNA MANERA QUE INTERESE A TUS CLIENTES. Al comprender sus necesidades y posicionarte como la solución a sus problemas, puedes destacar de una manera significativa e impactante.
Termino con una frase de Jane Goodall que me encanta:
«Lo que haces marca una diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres marcar».