Inicialmente pensé empezar este articulo con una frase del tipo “no estamos en crisis, sino en un época de cambio” pero me di cuenta que pronunciar semejante afirmación me hacía sentir mal. Negar que estemos sufriendo una crisis gravísima hubiera sido, de igual modo, tan injusto como negar que estamos inmersos en una época de grandes cambios. Además hubiera sido una gran falta de respeto y desconsideración por mi parte hacia todos aquellos que sufren esta crisis en primera persona, que no son pocos y lo están pasando realmente mal (desahucios, desempleo, recortes de sueldo y prestaciones, etc.).
Pero lo que tampoco podemos obviar es que estamos viviendo una época de cambios sin precedentes. Por ejemplo, el 70% de las empresas que en el año 1975 formaban parte del prestigioso ranking Fortune 500 (las 500 empresas más grandes del mundo) no existen hoy en día y se estima que en los próximos 10 años el 40% de las empresas que hoy aparecen en el ranking habrán desaparecido. Además, 3 de las 5 marcas más valiosas en la actualidad cuentan con menos de 40 años de historia (Apple, Microsoft y Google). También cabe destacar que la esperanza de vida de la gran mayoría de las grandes empresas (ni hablar ya de las medianas o pequeñas) es inferior a la de una persona de un país desarrollado.
Desde el punto de vista del consumidor, hay que tener en cuenta que la radio tardó 38 años en conseguir los 50 millones de usuarios, la televisión tardó 13 años en conseguirlos, Internet 4 y el IPod 3. Si nos centramos en las redes sociales la revolución es aún más escandalosa, Facebook alcanzó los 100 millones de usuarios en menos de 9 meses y actualmente cuenta con más de 1.100 millones de usuarios. En la misma línea encontramos Youtube que se ha convertido en el segundo buscador del mundo, mientras que en Linkedin se registra un nuevo usuario cada dos segundos y el 20% de las búsquedas diarias que se realizan en Google nunca antes se habían buscado.
Internet, las redes sociales y los avances tecnológicos han cambiado drásticamente la forma de informarse, comunicarse, divertirse, en definitiva, la forma de vida de millones de personas. Muchos negocios han visto como las reglas del juego han cambiado de forma rápida y radical. La banca, las agencias de viajes, las librerías,… han visto modificada bruscamente sus formas de trabajar, sus modelos de negocio. Por desgracia aún hay muchas empresas que no han entendido que sus problemas no están causados por la crisis, sino por el cambio. En la mayoría de los sectores no se puede trabajar como se hacía años atrás y seguramente en breve no se podrá trabajar como en la actualidad. La crisis está escondiendo mucha incompetencia por lo que es necesario que reflexionemos y analicemos si muchos de los problemas que tenemos son sólo culpa de la precaria situación económica o también vienen motivados por la gran cantidad de cambios que estamos viviendo.
También el mercado laboral está experimentando un gran cambio. Hasta no hace mucho, era bastante frecuente que una persona desarrollara toda su vida profesional en una misma empresa, después fue habitual trabajar en diversas empresas dentro del mismo sector. En la actualidad la mayoría de nosotros no sólo trabajaremos en diversas empresas de diferentes sectores, sino que además desarrollaremos, a lo largo de nuestra vida, diferentes actividades o profesiones. Nos reinventaremos, aprenderemos, desaprenderemos, en definitiva, estaremos sometidos a un cambio constante.
Porqué querid@ lect@r el cambio ha venido para quedarse. Ya no estamos en una época de cambio, el cambio pasa a ser constante. Por lo tanto, o nos adaptamos al cambio (tanto a nivel personal como empresarial) o sufriremos mucho. Como bien reza la conocida cita “sólo hay una cosa que me dé más miedo que el cambio, seguir igual”.