Uno de los mejores libros que he leído recientemente es “The Purpose Effect” de Dan Pontefract. Este libro explora el concepto del propósito en el lugar de trabajo, examinando su impacto tanto en los individuos como en las organizaciones.
El autor resalta la importancia del propósito. Pontefract sostiene que el propósito va más allá de los beneficios económicos y la progresión en la carrera profesional. SE TRATA DE ENCONTRAR SIGNIFICADO A TU TRABAJO Y CONTRIBUIR A ALGO MÁS GRANDE QUE TÚ MISMO. Cuando el propósito personal se alinea con el propósito de una organización, se crea un «punto óptimo» donde los empleados se sienten comprometidos y satisfechos.
El autor destaca que en ciertas ocasiones se produce lo que él llama signos de desalineación, es decir, cuando no existe alineación entre el propósito personal y organizacional. En este sentido, DESTACA LAS SIGUIENTES CAUSAS:
- Disputas sobre remuneración y beneficios: el dinero es importante, pero el propósito proporciona una sensación más profunda de satisfacción.
- Centrarse en los beneficios antes que en las personas: las empresas que priorizan los beneficios a corto plazo a menudo explotan a los empleados y reprimen su propósito.
- Insatisfacción con los roles: Sentir que no se utilizan tus habilidades y valores puede provocar una desconexión.
- Jerarquías rígidas y evaluaciones de desempeño: estos sistemas pueden obstaculizar la colaboración y el crecimiento.
Pontefract apuesta por cultivar el propósito.RECOMIENDA A LOS LÍDERES CULTIVAR EL PROPÓSITO A TRAVÉS DE LAS SIGUIENTES ACCIONES:
- Elevar el propósito colectivo por encima de los beneficios: centrarse en crear valor para todas las partes interesadas.
- Fomentar una cultura de confianza y autonomía: capacitar a los empleados para que aporten sus talentos.
- Fomentar el desarrollo continuo: ayudar a los empleados a descubrir sus fortalezas y valores.
- Modelar un comportamiento impulsado por un propósito: los líderes marcan el tono de la organización.
De esta forma, Pontefract describe LOS TRES NIVELES DE PROPÓSITO QUE DEBEN ALINEARSE:
- Propósito personal: tus valores, tus fortalezas y tus aspiraciones únicas.
- Propósito organizacional: la misión de la empresa y el impacto en la sociedad.
- Propósito del rol: cómo tu rol individual contribuye al propósito de la organización.
Para llegar al punto óptimo, deben alinearse estos tres niveles de propósito. Para conseguirlo, Dan recomienda a las personas que se desarrollen continuamente, que aclaren sus valores y que busquen roles que se alineen con su propósito.
Como señala Dan: «Un objetivo específico que debemos contemplar es cómo buscar un rol en una organización que ayude a cumplir nuestro sentido personal de propósito».
Y también recomienda a las organizaciones que elaboren una declaración de propósito, que promuevan una cultura impulsada por un propósito y que empodere a los empleados. Como suele decir Dan: «Cuida a tus empleados y ellos cuidarán de sus clientes».
De esta forma, cultivar el propósito beneficia a todas partes. Por un lado, se consigue un mayor compromiso e innovación ya que los empleados están más motivados y creativos. También mejora el rendimiento ya que el propósito impulsa el crecimiento y el éxito a largo plazo. Además, aumenta la lealtad de los empleados y su retención: es más probable que las personas permanezcan en una organización impulsada por un propósito. Finalmente, cabe destacar que el propósito ofrece un impacto social positivo ya que las empresas pueden contribuir a un mundo mejor.
En definitiva, ENCONTRAR Y PERSEGUIR UN PROPÓSITO ES UN VIAJE TRANSFORMADOR. Cuando se fomenta el propósito en todos los niveles, se logra una experiencia laboral más significativa y satisfactoria para todos.
Termino con una cita de Dan que resume esta publicación:
“Cada persona merece una vida en la que le paguen por cumplir su propósito, en una organización que elija conscientemente hacer el bien”.