Uno de mis grandes referentes en temas de liderazgo e inteligencia emocional es sin duda, el profesor Richard Boyatzis. He tenido suerte de ser alumno suyo y también de cenar con él y hablar de liderazgo cuando visitó mi ciudad para realizar una conferencia en la Jornada Anual de ESADE Alumni Lleida (fue una experiencia realmente inolvidable).
Las clases de Richard son geniales. Transmite como nadie conceptos realmente complejos y sabe motivar a sus alumnos.
Recuerdo perfectamente un ejercicio que nos hizo hacer al inicio de una de sus clases. Nos preguntó que recordáramos algún momento muy especial en nuestras vidas en el que hubiéramos tenido una muy buena experiencia con algún líder. Con líderes inspiradores o como dice Boyatzis, con líderes resonantes. Personas que han sabido sacar lo mejor de nosotros, personas que de alguna forma nos han marcado, han sido decisivos en nuestra vida. Muchos de los alumnos recordábamos a nuestro padre o nuestra madre, a nuestros abuelos, algún amigo, a nuestra pareja o nuestro socio… o incluso algún profesor, algún jefe o compañero de trabajo. Y muchos de estos momentos han tenido como característica común que estas personas abrieron nuevas posibilidades en nuestra mente. Identificaron alguna posibilidad ilusionante y realmente motivante.
Según los estudios de Boyatzis en la Case Western Reserve University, entre el 80% y el 100% de las historias tienen que ver con tu “yo ideal”, con sus aspiraciones o con tu visión personal. Personas que te ofrecieron su confianza y que hicieron que creyeras en ti.
Y esta combinación de hacerte ver que puedes conseguir tus sueños o conseguir tu visión personal con la confianza en tus fortalezas personales para conseguirlo, es lo que Boyatzis llama “la activación de los atractores emocionales positivos” (positive emotional attractors en inglés). Y cuando estos atractores emocionales positivos se activan, nuestros niveles de creatividad, de imaginación, de curiosidad… se disparan. Y estos NIVELES ALTOS DE MOTIVACIÓN, CONFIANZA, CREATIVIDAD… SON MUY NECESARIOS PARA AFRONTAR CON ÉXITO CUALQUIER PROCESO DE CAMBIO.
Lamentablemente, en nuestra sociedad, la mayoría de líderes se centra más en los atractores emocionales negativos (negative emotional attractors en inglés). Muchos de los directivos, profesores, padres y madres… centran su atención en aquellos aspectos que no van bien. Se centran en nuestros errores, en nuestras debilidades, activando de esta forma los atractores emocionales negativos. Y cuando éstos están activados, tenemos una clara tendencia a la defensa y a la autoprotección. NUESTROS NIVELES DE MOTIVACIÓN, CREATIVIDAD Y CONFIANZA… CAEN RADICALMENTE CON LO QUE DIFICULTAN NOTABLEMENTE CUALQUIER PROCESO DE CAMBIO O MEJORA.
Como seres humanos necesitamos tanto los atractores emocionales positivos como los negativos.
Los negativos nos ayudan a activar cierto nivel de estrés y a garantizar nuestra supervivencia. Además, las emociones negativas son más fuertes que las positivas y las recordamos durante mucho más tiempo. Por este motivo, debemos reforzar más las emociones positivas. Además, en nuestra sociedad y cultura, siempre hemos puesto más foco en lo negativo que en lo positivo. Pero si realmente queremos mejorar, aspirar a nuevas cotas en cualquier ámbito debemos apostar por los atractores emocionales positivos.
Como padre o madre, profesor, directivo… te recomiendo pienses en el gran valor que supone activar los atractores emocionales positivos si quieres que tu hija o hijo, alumnos, trabajadores… cambien y mejoren. ENFÓCATE EN LO POSITIVO EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE. Y comprobarás rápidamente cómo se activan los atractores emocionales positivos y con ello aumentan la confianza y la motivación para conseguir el cambio.
Porque como el propio Richard Boyatzis afirma: “Necesitas el enfoque negativo para sobrevivir, y el enfoque positivo para prosperar”.
