Seguro que has oído hablar del Estoicismo recientemente. Aunque es un tema ciertamente actual, su origen se remonta al siglo III antes de Cristo. Alrededor del año 304 a. C., un comerciante llamado Zenón naufragó durante un viaje comercial y perdió casi todo. Al llegar a Atenas, conoció la filosofía gracias al filósofo cínico Crates y al filósofo megariano Estilpón, lo que le cambió la vida. Como bromeó más tarde Zenón: “Hice un viaje próspero cuando naufragué”. El mérito máximo de la humildad de Zenón es que la escuela filosófica que fundó, a diferencia de casi todas las escuelas y religiones anteriores o posteriores, no llevó finalmente su nombre.
El estoicismo es una escuela filosófica que propone una ética personal. Los estoicos de la Antigüedad sostenían que, aun cuando no se puede controlar lo que ocurre alrededor, sí se puede controlar la manera en que se piensa. La idea principal del estoicismo es que a las personas no les perturban las cosas que pasan sino las opiniones que tienen sobre esas cosas que pasan. Por ello, se trata de enfrentar esas opiniones y antes de asumirlas, cuestionarlas como si se trataran de hipótesis y no de hechos firmes.
El estoicismo ha sido un hilo conductor entre algunos de los grandes líderes de la historia. Lo han practicado reyes, presidentes, artistas, escritores y empresarios. Marco Aurelio, Federico el Grande, Montaigne, George Washington, Thomas Jefferson, Adam Smith, John Stuart Mill, Theodore Roosevelt son algunos ejemplos de personajes históricos fuertemente influenciados por la filosofía estoica. Estoy plenamente convencido de que, en un mundo como el actual, aprender del estoicismo puede ayudarte a gestionar mejor tus retos personales y profesionales.
EL ESTOICISMO ESTÁ BASADO EN 4 VIRTUDES:
- CORAJE. Séneca comentaba la importancia de tener contratiempos en la vida. Tener oportunidades para potenciar nuestro coraje, nuestra valentía. Resaltaba la necesidad de afrontar con entereza las dificultades y las tragedias que te va trayendo la vida. Superar dificultades con valentía y coraje nos hará crecer enormemente. Como solía decir Séneca, “A veces, incluso vivir es un acto de coraje”.
- TEMPLANZA. La templanza tiene que ver con la moderación. Con no hacer nada en exceso. “Hacer las cosas correctas, de la forma correcta, en la cantidad correcta”. Aristóteles fue el gran defensor de la templanza como virtud imprescindible. De esta forma, Aristóteles comentó su conocida cita “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito”. Epicteto también incidía en la templanza diciendo que “si quieres conseguir algo, haz de ello un hábito”.
- JUSTICIA. Es decir, hacer lo correcto, ser justos. Para muchas personas, la justicia es la virtud más importante del estoicismo pues influencia a todas las demás virtudes. Decía el propio Marco Aurelio que “la justicia es el origen de todas las virtudes”. Los estoicos a lo largo de la historia han impulsado y defendido la justicia, a menudo con gran riesgo personal y con gran coraje, para hacer grandes cosas y defender a las personas y las ideas que amaban. Marco Aurelio también solía decir “Si no es correcto, no lo hagas. Si no es cierto, no lo digas”.
- SABIDURÍA. La sabiduría siempre ha sido muy apreciada por los estoicos. Es la virtud que pone en valor a las demás virtudes. Está basada en el conocimiento, en el aprendizaje. Y el objetivo central de la sabiduría estoica, no es adquirir mucha información, sino la información adecuada. En un mundo como el actual, saturado de tanta información, los estoicos recomiendan disminuir la velocidad, ser deliberado y encontrar la sabiduría que necesitas. Epicteto decía “Es imposible para un hombre, aprender aquello que piensa que ya sabe”.
Pues ya conoces un poco más sobre el estoicismo. Estoy seguro de que conocer y abrazar algunas de sus ideas pueden ayudarte.
Termino con una frase que resume el pensamiento estoico. Es de Epicteto y dice:
“Ningún hombre es libre si no es dueño de sí mismo”.
Te recomiendo 3 libros que te ayudarán a entender mejor el Estoicismo:
- Meditaciones, de Marco Aurelio.
- Los discursos de Epicteto. Epicteto.
- Cartas de un estoico. Séneca.