Sin duda, uno de los mejores libros que he leído en mi vida y que no me canso de regalar, leer y recomendar a muchas personas, es “El Elemento”. Este libro fue escrito por Sir Ken Robinson (experto mundial en el desarrollo del potencial humano), en 2009. En esta extraordinaria obra, Robinson presenta el concepto que inventó y que dio el título al libro: “El Elemento”. Afirma que el Elemento es el “lugar donde hacemos aquello que realmente queremos hacer y donde somos quienes siempre hemos querido ser”. Se trata básicamente de la conjunción de 2 aspectos fundamentales: el talento y la motivación.
Todos tenemos talentos diferentes. Afortunadamente, todos nacemos con características muy diferentes y todos tenemos facilidad para desarrollar algunas habilidades y mayor dificultad para desarrollar otras habilidades. De forma innata, poseemos talentos especiales que si los desarrollamos debidamente a través del trabajo, la dedicación y la práctica intensiva, pueden convertirnos en personas especialmente hábiles en esa determinada disciplina. Resulta fundamental que conozcas tus talentos naturales, que sepas qué se te da bien. Además de conocer tu talento natural, también debes conocer aquello que te motiva. Todos somos diferentes y a todos nos gustan cosas diferentes. Conocer bien tus motivaciones e identificar aquella disciplina que te apasiona resulta fundamental para que encuentres tu “Elemento”.
En este sentido, padres y madres, educadores y docentes tenemos una responsabilidad especial. Seguramente deberíamos esforzarnos más en ayudar a las personas a encontrar sus talentos naturales y a descubrir su pasión, más que en transmitirles conocimientos (que en muchos casos tendrán poca o nula utilidad).
Encontrar nuestro Elemento resulta fundamental. Afirma Robinson que, cuando estamos en nuestro elemento, es decir, cuando hacemos aquello que nos apasiona y sobre lo que tenemos una habilidad especial, nos volvemos mucho más creativos, el tiempo nos pasa volando, aportamos más valor a la sociedad, somos más felices, contagiamos nuestro entusiasmo… Encontrar nuestro Elemento debería ser uno de nuestros principales objetivos vitales.
No obstante, pese a compartir y respetar al máximo la teoría de Ken Robinson, desde mi humilde punto de vista, considero que le falta un elemento, un aspecto esencial. Yo llamo a este tercer aspecto (tras el talento y la pasión) el elemento “Mercado”. Este elemento tiene que ver con la necesidad que puedes satisfacer en el mercado, con la capacidad que tienes de comercializar tu talento y tu pasión. Lamentablemente, de nada sirve a nivel profesional encontrar tu Elemento si nadie está dispuesto a pagar por ello. Sí puede servirte a nivel personal como hobbie o afición. A nivel profesional, tu verdadero Elemento debe incorporar estos 3 aspectos: tu talento, tu pasión y tu mercado. Debes cuadrar estos 3 elementos para poder tener una vida profesional realmente exitosa y sobre todo para aportar el máximo valor a la sociedad y ser muy feliz.
Creo que hay pocas personas que son capaces de encontrar estos 3 aspectos en su vida profesional. Los pocos que lo consiguen, su vida cambia radicalmente. Te animo a que intentes encontrar estos 3 elementos. Te aseguro que vale la pena.