Los directivos a menudo se encuentran en una posición paradójica dentro de las organizaciones: ejercen un papel crucial en los resultados de la organización, pero las empresas invierten poco en ellos. La consultora americana McKinsey & Company ha analizado el papel fundamental que desempeñan los directivos en los resultados de la empresa, no sólo operativamente sino también financieramente. Aunque a mi entender muchas empresas no cuidan suficientemente bien este nivel directivo, el estudio destaca la importancia de invertir en ellos.
McKinsey descubrió que las organizaciones que fomentan directivos que exhiben comportamientos clave, como fomentar la innovación, generar confianza, enfatizar la eficiencia y empoderar a los empleados, obtienen resultados significativamente mejores. Estos comportamientos no sólo mejoran la dinámica del equipo, sino que también impulsan la realización de objetivos estratégicos de las organizaciones.
McKinsey describe 5 ACCIONES ESPECÍFICAS QUE LAS EMPRESAS PUEDEN TOMAR PARA POTENCIAR A SUS DIRECTIVOS Y CON ELLO CONSEGUIR MEJORES RESULTADOS:
- OPTIMIZAR LAS TAREAS DE LOS DIRECTIVOS: Conviene redefinir las estructuras organizacionales para garantizar que los mandos intermedios no se sientan abrumados con las tareas, permitiéndoles tener tiempo para centrarse en el pensamiento estratégico y la gestión de sus equipos.
- RESTABLECER EL ROL DEL DIRECTIVO: McKinsey apuesta por renovar las responsabilidades gerenciales eliminando tareas burocráticas y aprovechando tecnologías como la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas para optimizar los flujos de trabajo.
- DESARROLLAR SUS CAPACIDADES: Priorizar los comportamientos gerenciales vinculados al impacto comercial, brindando programas específicos de capacitación y desarrollo adaptados a las necesidades individuales.
- MEJORAR LA EXPERIENCIA DE LOS DIRECTIVOS: Hay que fomentar un sentido de propósito, priorizar la inclusión y ofrecer oportunidades de crecimiento para mantener a los mandos intermedios comprometidos y motivados.
- ESTABLECER MECANISMOS DE EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO: Conviene alinear los sistemas de gestión del desempeño con los comportamientos deseados, incorporando circuitos de feedback continuo y métodos de evaluación transparentes.
Estos pasos allanan el camino para que los directivos no sólo naveguen por panoramas empresariales volátiles, sino que también contribuyan significativamente a la retención y adquisición de talentos y al bienestar general de los empleados. Es importante destacar que no se trata sólo de los beneficios cualitativos; la inversión en directivos impacta directamente el desempeño financiero, generando retornos totales para los accionistas sustancialmente más altos a lo largo del tiempo.
La investigación subraya el papel fundamental de los directivos en la configuración de la salud organizacional y la prosperidad financiera. Se anima a los líderes a ver a estos profesionales no sólo como pilares operativos sino como activos estratégicos capaces de impulsar a la empresa hacia el éxito sostenible.
Las ideas de McKinsey sirven como una llamada de atención para que las organizaciones reevalúen su enfoque hacia los directivos. Invertir en ellos es un imperativo estratégico que promete retornos sustanciales y, lo que es más importante, cultiva una cultura organizacional próspera preparada para el éxito a largo plazo.
Termino con una frase de Richard Branson que resume perfectamente la esencia de este post: “Forma bien a tus trabajadores para que puedan dejar la empresa, trátalos suficientemente bien para que no quieran hacerlo”.