En un mundo tan hiperconectado, tan online, especialmente después de la crisis Covid-19, y contando que quieres potenciar tu marca personal, tener tu propia “página web personal” me parece, ya no aconsejable, sino realmente imprescindible.
Son muchas las ventajas que te ofrece tener una página web personal, te detallo algunas:
- Tener un espacio propio en el mundo online, controlado por ti. Es posiblemente el único espacio online en el que mandas tú. Tú decides la imagen que tendrá, qué contenido va a aparecer y cuál no, si es visible o privado, si lo actualizas o no, …
- Posicionarte en los buscadores y que te encuentren. Lo que en marketing llamamos “visibilidad”. Tener tu propia web facilita que la audiencia o las personas que buscan información te encuentren, a ti, a tu empresa, a tus productos y servicios. Facilitar este encuentro con tu público objetivo y además dirigirlo al lugar que tú controlas es genial.
- Tener una “imagen digital” propia, lo que podría ser un “posicionamiento digital”, tu escaparate en la red. Hoy en día, cuando conocemos de una marca, empresa, producto, servicio, … lo primero que hacemos es “googlearla”, si no aparece entre las primeras menciones o del buscador desconfiamos, ¿te imaginas que alguien escribiera tu nombre o dominio personal en el buscador y apareciera entre las primeras menciones tu página web personal alojada en él? …
- Diferenciarte. Hoy todavía son minoría los profesionales que tienen su propia página web, con lo que, si apuestas por tener presencia web, ya te estás diferenciando de muchos profesionales.
- Es un fantástico canal para comunicar, fidelizar o incluso vender. Tus clientes y potenciales clientes tendrán una forma más para comunicarse contigo, y tu para llegar a ellos con el objetivo que sea. Además, es un canal compatible i perfectamente conectable con los otros canales de comunicación digitales que ya utilices.
- Compartir con los demás lo que quieres que se sepa de ti, quién eres, qué haces, cómo puedes ayudarles, tu formación, experiencia profesional, logros, testimonios de otros clientes, los productos que vendes o los servicios que prestas, formas de contactar contigo, tus consejos y experiencias … y, en definitiva, contenido útil y de calidad que genere credibilidad y confianza, y mejore tu reputación y prestigio personal.
- Llegar a muchísimas más personas. El hecho de que tu página web esté abierta 24 horas al día, 7 días a la semana y que además sea accesible desde cualquier lugar y dispositivo con conexión a internet, permite que, (casi) cualquier persona del mundo pueda saber de ti en cualquier momento de forma fácil y rápida.
- Tener mayor conocimiento de tu público objetivo. Hoy en día, tienes a tu disposición herramientas de analítica web gratuitas y sencillas que te permitirán obtener información valiosísima de tu audiencia. Sabrás qué contenidos interesan, en qué horarios i días recibes visitas, desde qué tipos de dispositivos, en qué países o zonas, cómo te han encontrado, con qué palabras clave te han asociado… y muchas cosas más.
- Convertir. Tu sitio web personal puede llegar a ser la herramienta para captar audiencia, convertirla en clientes potenciales, más tarde en clientes, o incluso en clientes fieles o fans, en definitiva, un motor para la venta y conversión.
También debes saber que tener una buena página web personal te obliga a:
- Tener un dominio propio. Debes contratar tu dominio, el nombre al que le vas a dar a tu página web. Al estar hablando de tu marca personal, aconsejo un dominio lo más parecido a tu nombre real (en mi caso opté por www.xaviroca.com). En caso de que tu dominio esté ocupado, sugiero alguna combinación usando tu segundo nombre (si lo tienes), tu segundo apellido (si lo tienes) … o añadir alguna palabra que te relacione con tu profesión (ej: foto, coach, asesor, arquitecto, abogado…). Intenta que el dominio no sea muy largo, que sea fácil de recordar y de escribir, e igual en los diferentes idiomas que te interesen. Si todavía no tienes dominio, te aconsejo comprarlo cuanto antes.
- Invertir algo de tiempo y dinero. Deberás invertir algo de dinero con algún programador web, diseñador gráfico… Si eres hábil con las nuevas tecnologías quizás te atrevas a crear tu propia web con plataformas gratuitas como WordPress o Blogger. No es muy complicado, pero para la mayoría de los profesionales suele ser mejor contar con ayuda externa (lo que te comportará invertir algo de dinero). Y también deberás invertir tiempo. No sólo cuando estés creándolo, sino después para mantenerlo actualizado, generar contenidos… Si no estás dispuesto a invertir tiempo y algo de dinero, olvídate de tener tu página web personal.
- Promocionar el sitio web. De nada sirve que tengas una gran página web si no la promocionas. Deberás incluir su dirección en tus otros elementos de comunicación (tarjeta de visita, firma de correo, redes sociales…) para darla a conocer y atraer tráfico a ella.
- Publicar contenido de calidad de forma periódica. Será necesario que generes contenido de interés para tu público objetivo de forma periódica. Siempre aconsejo mezclar una página web (con contenido más estático) con un blog (con contenido más dinámico) para conseguir que el sitio web esté en movimiento. Será difícil obtengas un buen posicionamiento en los buscadores si no generas contenido periódico de calidad. También será más difícil que consigas credibilidad y reputación si no aportas valor y utilidad a los demás en forma de contenido.
En cualquier caso, te puedo asegurar que estos esfuerzos en tiempo y dinero valen la pena. En un entorno más online que nunca, tener tu propia página web personal puede ayudarte mucho. Y un último consejo en referencia a tu página web personal: “No esperes a ser perfecto para empezar; empieza y luego intenta ser perfecto”.