Siempre he admirado a Marc Randolph, cofundador de Netflix. Escribí sobre él en mi publicación anterior: Las reglas del Randolph para el éxito. En el dinámico mundo empresarial, el rol de un CEO suele considerarse multifacético y complejo. Sin embargo, Marc Randolph simplifica este rol en TRES RESPONSABILIDADES FUNDAMENTALES QUE TODO CEO DEBE PRIORIZAR:
1.Establecer la dirección de la empresa. La principal responsabilidad de un CEO es establecer el rumbo estratégico de la empresa. Esto implica definir la visión, la misión y los objetivos a largo plazo. Un rumbo claro garantiza que todos los miembros del equipo comprendan el propósito de la empresa y su papel para lograrlo. Se trata de crear una visión convincente del futuro y alinear la organización con esa visión.
Establecer la dirección también significa mantenerse a la vanguardia de las tendencias del sector y anticipar los cambios del mercado. Un CEO debe ser visionario, capaz de ver más allá del presente y tomar decisiones que beneficien a la empresa a largo plazo. Esto requiere un profundo conocimiento del sector, de la competencia y del panorama económico general. Al establecer una dirección clara, el CEO proporciona una hoja de ruta que guía a la empresa tanto ante las oportunidades como ante los desafíos. Como suele decir Marc Randolph: «El paso más poderoso que cualquiera puede dar para convertir sus sueños en realidad es simple: solo hay que empezar».
2.No te quedes sin dinero. La estabilidad financiera es crucial para cualquier negocio. Un CEO debe garantizar que la empresa cuente con los recursos suficientes para operar y crecer. Esto implica gestionar el flujo de caja, obtener financiación y tomar decisiones financieras prudentes. Quedarse sin dinero puede paralizar las operaciones y poner en peligro el futuro de la empresa, lo que hace que esta responsabilidad sea innegociable.
Una gestión financiera eficaz implica presupuestar, prever y supervisar los gastos. Un CEO debe ser experto en identificar posibles riesgos financieros y desarrollar estrategias para mitigarlos. Esto incluye negociar con inversores, gestionar la deuda y garantizar la sostenibilidad de las prácticas financieras de la empresa. Al mantener la salud financiera, el CEO garantiza que la empresa pueda superar las recesiones económicas y capitalizar las oportunidades de crecimiento.
3.Construye un gran equipo. La fortaleza de una empresa depende de su gente. Formar un gran equipo implica contratar personas con talento, fomentar una cultura positiva y garantizar la motivación y el compromiso de los empleados. Un CEO debe crear un entorno donde las personas puedan prosperar, innovar y contribuir al éxito de la empresa. Se trata de reconocer que el equipo adecuado puede convertir una buena idea en una gran empresa. Marc suele comentar: «La cultura no es lo que dices, es lo que haces».
Formar un gran equipo comienza con la selección de personal. Un CEO debe identificar las habilidades y cualidades necesarias para impulsar la empresa y atraer a los mejores talentos. Una vez formado el equipo, el CEO debe centrarse en el desarrollo y la retención de los empleados. Esto implica brindar oportunidades de crecimiento, reconocer los logros y crear una cultura de colaboración y respeto. Un equipo sólido no se basa solo en el talento individual, sino también en la eficacia con la que las personas trabajan juntas para alcanzar objetivos comunes.
Termino este post con una cita muy inspiradora de Marc Randolph:
«Lo que más me enorgullece en mi vida no son las empresas que fundé, sino el hecho de haber podido fundarlas estando casado con la misma mujer; que mis hijos crecieran conociéndome y (por lo que sé) cayéndoles bien, y poder dedicar tiempo a perseguir mis otras pasiones. Esa es mi definición de éxito».
No puedo estar más de acuerdo.