Uno de los grandes retos que tenemos los profesionales hoy en día es cómo compaginar nuestra actividad profesional con nuestra vida fuera del trabajo. Muchas personas se sienten abrumadas ante este gran reto. En algunos casos llega incluso a generar altos niveles de tensión e incluso otros problemas psicológicos de mayor calado. Decía Stephen Covey, escritor y conferenciante norteamericano, que “el reto de compaginar nuestra actividad profesional con el resto de nuestra vida es una de las luchas más importantes a las que debemos enfrentarnos actualmente”.
El ser humano tiene 4 elementos fundamentales en su vida: el trabajo (su actividad profesional), el hogar (la familia), la comunidad (asociaciones, iglesia, clubes deportivos…) y uno mismo. Y en este contexto, ¿cómo integrar las diferentes partes de tu vida?
Existen muchas personas que han sido capaces de liderar con éxito una parte de su vida, pero han fracasado en las otras. Es fácil recordar historias de grandes triunfadores en un ámbito concreto pero auténticos desastres en otras esferas de su vida. Lamentablemente incluso se ha llegado a “normalizar” esta situación. Es decir, se ha ido extendiendo la idea de que para tener auténtico éxito en un ámbito de tu vida (uno de los 4 elementos), tienes que renunciar a los otros. Y no puedo estar más en desacuerdo. Cuanto más y mejor estés en cada uno de estos 4 ámbitos de tu vida no solo no perjudicará el resto de los ámbitos, sino que les ayudará. En este sentido, se habla mucho del equilibrio vida personal y vida profesional. Personalmente no me gusta nada esta idea. Hablar de equilibrio significa que debes gestionarte en términos de compensación o de renuncia. Que potenciar un ámbito de tu vida conlleva empeorar otros ámbitos. Lo que se conoce como vasos comunicantes (cuando un elemento mejora, el otro empeora).
Apuesto claramente por integrar en la medida de lo posible nuestros diferentes ámbitos en lugar de intentar equilibrarlos. Como bien explica el experto en liderazgo norteamericano y profesor de Wharton Stewart D. Friedman, nuestra vida se parece a un grupo de jazz. Existen 4 músicos (en referencia a cada una de nuestras esferas vitales comentadas anteriormente). Y para crear buena música hay momentos en los que sólo toca uno de los instrumentos, por ejemplo, mientras otros momentos funcionan varios elementos de forma simultánea. A través de una cierta improvisación, de disciplina y de práctica puede realizarse perfectamente.
La base de liderar tu vida consiste en crear grandes conexiones entre estos 4 elementos, con sentido y valores. De no entenderlos como algo separado sino como elementos coordinados que dan sentido a tu vida. Entender que no funcionan como vasos comunicantes; al contrario, se retroalimentan entre sí. No se trata de un reto de suma 0, es decir, que lo que dedicas a un ámbito no sólo no te resta en los otros ámbitos, sino que además puede ayudarte y potenciarlos.
Mucha gente cree que es imposible compaginar satisfactoriamente los 4 elementos de tu vida, pero no es así. La investigación científica no sólo ha demostrado que es posible, sino que además resulta más fácil tener una vida muy satisfactoria en uno de tus ámbitos vitales si estás muy bien en los otros 3 ámbitos, que si renuncias a ellos para centrarte en la actividad en la que quieres tener grandes éxitos.
Para liderar tu vida debes liderar tu trabajo, tu hogar, tu comunidad y a ti mismo. Porque, como decía el político norteamericano Paul Tsongas, muerto tras una larga enfermedad a la edad de 55 años, “cuando estás en el lecho de muerte, nadie se lamenta de no haber pasado más tiempo en la oficina”.