Sí, has leído bien, he escrito los políticos que me gustan. No se trata de un oxímoron, ni de una broma. Todavía existen algunos políticos que me gustan. Cierto que pocos, muy pocos. Me atrevo a decir que cada vez menos. Pero alguno hay. Aunque también tengo que reconocerte que los que no me gustan cada vez me gustan menos.
La situación actual es realmente compleja. La crisis sanitaria causada por el virus Covid19 es realmente grave. Como también es extraordinariamente grave la crisis económica que estamos viviendo (y que me temo vamos a vivir durante muchos años). Y para gestionar estos enormes retos que tenemos a nivel global, contamos con un nivel político realmente bajo. Con algunas excepciones, pocas, pero con un nivel general realmente deprimente. Es mi humilde opinión, espero que a nadie le moleste. También pienso que la preocupación por el bajo nivel de nuestros políticos es compartida por muchas personas. Frases como “estamos en la peor situación (sanitaria y económica) con los peores políticos” las oigo y las leo a diario.
Ahora bien, ¿cómo deberían ser los políticos? A continuación te detallo qué características deberían tener los políticos desde mi punto de vista.
- Sólida formación. Creo sinceramente que un político de primer nivel debería estar excelentemente formado. Espero de un político una sólida formación universitaria a ser posible con alguna formación de posgrado que ayude a redondear su curriculum formativo. También espero que tenga un buen nivel de idiomas; al menos inglés, que le permita mantener reuniones en esta lengua de forma fluida y correcta.
- Experiencia profesional relevante. También me parece realmente imprescindible de alguien que quiera dedicarse a la política (al menos a partir de ciertos niveles) que tenga una experiencia profesional destacada. Que antes de entrar en política haya asumido retos de cierta complejidad. Que tenga experiencia gestionando proyectos, equipos… Si no tiene experiencia en gestión, ¿cómo le vamos a pedir que gestione nuestro futuro y el de nuestros hijos? Los políticos que me gustan, tienen experiencias relevantes antes de asumir cargos y responsabilidades políticas.
- Entienden la política como un servicio. Los políticos que me gustan entran en política con una clara vocación de servicio. De aportar su conocimiento y experiencia para gestionar los retos de nuestra sociedad. Piensan en cómo mejorar la situación de su pueblo, de su ciudad, de su país… Lamentablemente, este no es el caso de muchos de los políticos actuales, más preocupados en pensar qué pueden sacar de la política (un sueldo, colocar a amigos y familiares…) que en pensar qué pueden aportar a la sociedad.
- Entienden que la política es algo temporal. No me gustan los políticos que nacen políticos (profesionalmente hablando claro) y mueren políticos. Los políticos que me gustan entran en política tras unos años de experiencia. Tienen formación y experiencia suficiente para no depender exclusivamente de la política como trabajo. Saben desarrollar durante un tiempo sus responsabilidades políticas y volver a su actividad profesional en el ámbito privado cuando lo consideran adecuado. En este sentido te recomiendo ver mi post de la semana pasada “Saber marcharse es una gran virtud”. George B. Shaw premio Nobel de Literatura, dijo una frase que me encanta y que resume perfectamente esta idea: “Los políticos y los pañales deben ser cambiados por frecuencia… ambos por la misma razón”.
- Son honestos e íntegros. Tienes razón, quizá no debería hablar de algo tan básico y tan obvio… Pero quiero hacerlo. La honestidad debería ser totalmente imprescindible para cualquier político. Los políticos que me gustan son honrados y rectos. Y también son personas íntegras, personas coherentes y personas en las que se puede confiar. Básicamente porque lo que dicen y hacen está en total sintonía. Como dijo John F. Kennedy “En la política es como en las matemáticas: todo lo que no es totalmente correcto, está mal”.
Estas son las 5 características que tienen los políticos que me gustan. Si las comparas con nuestra clase política, aunque existen honrosas excepciones, lamentablemente no son características muy comunes. Por que al final, como dijo Mahatma Gandhi, “Si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados”.