Inicio esta seria de personas que me han MARCAdo escribiendo sobre una de las personas que han dejado huella, que me han dejado una profunda MARCA. Se trata del presidente Adolfo Suárez González. Escribo estas líneas justo cuando se acaba de anunciar públicamente su fallecimiento. Suárez, nacido en Cebreros (Ávila) en 1932, ha sido la persona que más me ha impresionado, que más me ha MARCAdo dentro del panorama político español.
Jugó un papel fundamental en la transición democrática española. En junio de 1976, el Rey Juan Carlos I le encargó la formación del gobierno de España. Fue una apuesta arriesgada por parte del Rey, pues en aquel momento Suarez era bastante desconocido. No obstante, con su capacidad de liderazgo y de unión de ideologías políticas muy diferentes pronto consiguió erigirse como el gran líder que el país necesitaba en un momento crucial de su historia. Transición modélica siendo objeto de estudio en las más prestigiosas universidades de ciencias políticas de todo el mundo.
Presidió el Gobierno hasta que el 29 de enero de 1981, cuando presentó su dimisión, pensando más en los intereses del país que en los suyos propios (qué tiempos aquellos, qué diferente con respecto a la política actual). Recuerdo perfectamente su discurso de dimisión y su mítica frase “Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España”. A partir de ese momento, sus resultados políticos empeoraron hasta que en 1991 dimitió como presidente de CDS y abandonó la política. Creo que a partir de ese momento, su marca personal empezó a crecer y crecer mucho más incluso que cuando estaba en activo a nivel político (en muchas ocasiones, los políticos son más valorados cuando más tiempo pasa desde que han dejado la práctica política). Lamentablemente, una triste enfermedad neurodegenerativa le apartó de la vida pública. Desaparecía el líder político y nacía en ese momento el mito. Su reciente traspaso va a servir para aumentar todavía más, si cabe, su leyenda. Creo sinceramente que la gran mayoría de ciudadanos valorarán su figura y su obra. Su figura me recordaba al mítico John Fitzgerald Kennedy, o incluso al mismo Lincoln en versión española.
Su extraordinaria capacidad de liderazgo apoyada en su gran capacidad comunicativa y su extraordinaria imagen personal demuestran, una vez más, que los grandes líderes disponen de una marca personal muy potente, o que para conseguir una gran marca personal debe desarrollarse un buen liderazgo.
Recomiendo encarecidamente el visionado del telefilme de Antena 3 sobre su vida emitido hace varios años. Realmente excepcional. Me impactó notablemente y consiguió que mi admiración por Adolfo Suárez creciera todavía más. Si algún día me dedico a la política, Suárez será – sin ningún lugar a dudas – el espejo en el que miraré, el modelo que querré seguir. Y no me refiero a sus ideas políticas, que cada uno puede tener las suyas, sino a su forma de hacer política, su estilo de liderazgo, sus valores, su forma de actuar…
Puedo prometer y prometo, que Don Adolfo Suárez ha sido el político español que más me ha MARCAdo, al que más he admirado. Para mí, sin duda, el más grande. Muchas gracias Presidente. Descanse en Paz.