Hoy quiero hablaros de un tema que preocupa a muchas empresas: la rotación de personal. ¿Por qué se van los empleados? ¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Las cifras no mienten: según un estudio reciente publicado por LinkedIn, el 62% de los trabajadores españoles están considerando seriamente cambiar de trabajo en 2024. Ello supone un aumento del 15% con respecto al año anterior, cuando se planteaban cambiar de empleo el 54% de los encuestados. Esta tendencia también se refleja a nivel europeo, donde el 67% de los profesionales están pensando en buscar nuevas oportunidades laborales durante el presente año. Me parecen datos realmente alarmantes.
¿POR QUÉ SE VAN LOS EMPLEADOS?
Las causas de esta fuga de talento son diversas y complejas. Veamos algunos de los principales motivos:
- Sueldos y condiciones: En tiempos de crisis, como el actual, la mayoría de los trabajadores han perdido poder adquisitivo, ya que la inflación ha superado con creces los incrementos salariales. Muchos trabajadores buscan mejores ofertas económicas. Me acuerdo de la conocida frase “If you pay peanuts, you get monkeys”, es decir, si pagas bajos salarios tendrás malos empleados.
- Conciliación vida personal-laboral: Para mí, sin duda, uno de los aspectos más importantes en la actualidad. La búsqueda del equilibrio entre la vida laboral y personal cada vez es más importante. Si la empresa exige horarios extenuantes o no ofrece flexibilidad, los trabajadores con familias o aficiones se verán obligados a buscar alternativas. Lamentablemente, muchas empresas todavía no se han dado cuenta.
- Falta de desarrollo profesional: Los empleados ambiciosos necesitan oportunidades para crecer y aprender. Si la empresa no ofrece formación, planes de carrera o ascensos, es probable que busquen nuevos retos en otro lugar.
- Mal ambiente laboral: Un clima laboral tóxico, con jefes autoritarios, compañeros conflictivos o falta de reconocimiento, puede convertir el trabajo en una pesadilla. Nadie quiere pasar 8 horas al día en un ambiente hostil. Gallup expone que el 75% de las renuncias se debe a motivos que implican directa o indirectamente a los gerentes o jefes directos. Como dice el Dr. Travis Bradberry, experto en inteligencia emocional, “las personas no dejan los trabajos, sino que renuncian a los jefes”.
- Falta de motivación: Sentirse infravalorado, aburrido o desmotivado son factores que pueden llevar a un empleado a renunciar. La falta de retos, responsabilidades o autonomía puede apagar la llama del entusiasmo. Com decía con frecuencia Steve Jobs, “la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”.
¿Y QUÉ PODEMOS HACER AL RESPECTO?
La retención del talento es una inversión a largo plazo que beneficia a todos. Para evitar la fuga de empleados, las empresas deben:
- Ofertar salarios y condiciones competitivos.
- Promover el desarrollo profesional con formación y oportunidades de crecimiento.
- Crear un ambiente laboral positivo basado en el respeto, la comunicación y el reconocimiento.
- Facilitar la conciliación entre la vida personal y laboral.
- Motivar a los empleados con retos, responsabilidades y autonomía.
En definitiva, se trata básicamente de cuidar bien a tus empleados. Invertir en su bienestar y satisfacción laboral es la mejor manera de garantizar su permanencia y compromiso.
Por que como dice Richard Branson
“Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes”.