Tengo que admitirte que de pequeño solía hacer muchas preguntas. Solía bombardear de preguntas a mis padres, abuelos, profesores y amigos. Tenía una merecida fama de “preguntón”. Me fascinaban las preguntas y me siguen fascinando ahora. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que la clave ya no es tanto en saber las respuestas sino en conocer cuáles son las preguntas a formular. Saber qué y cómo preguntar es clave en muchas profesiones.
- Una de las preguntas más importantes que puedes hacer y puedes hacerte con frecuencia es “¿POR QUÉ?”. De hecho, es de las primeras grandes preguntas que empiezas a realizar en tu infancia. La curiosidad, el deseo de descubrir los motivos para tener que hacer una cosa o incluso la rebeldía frente a la necesidad de realizar cualquier acción por indicaciones de tus padres o profesores. En el mundo profesional, me he dado cuenta de que “¿por qué?” es una pregunta realmente extraordinaria. La capacidad de preguntarse y descubrir los motivos de cada acción, de cada reto que te plantees. Uno de los profesionales que más y mejor ha analizado esta pregunta es Simon Sinek. Simon es el creador de la teoría del “Círculo Dorado”, un modelo basado en la pregunta “¿por qué?” que sirve para comprender el efecto de tener claro tu por qué, la importancia de tener un propósito claro. Lo explica muy bien Simon en 2 de sus grandes libros que te recomiendo encarecidamente: Empieza con el porqué y Encuentra tu porqué. Sin duda alguna, preguntar el por qué haces lo que haces de forma consistente te ayudará a descubrir tu auténtico propósito y podrás comprobar si está alineado con tus objetivos vitales. Decía el filósofo alemán Nietzsche que “quien tiene un por qué para vivir puede soportar cualquier cómo”.
- Y otra gran pregunta fascinante es “¿POR QUÉ NO?”. Tiene que ver con la capacidad de soñar a lo grande, de imaginar mejores resultados, de conseguir nuevos hitos. Es la pregunta que puede llevarte a crecer y a mejorar en diferentes aspectos. Es una pregunta que me encanta y que ayuda a rebelarte contra todos aquellos que te dicen que no (incluso tú mismo). Formúlate con frecuencia esta pregunta y formúlasela a los demás. Te ayudará a descubrir barreras, a identificar limitaciones que en muchos casos pueden ser superadas. Piensa en grande, crece y rebélate contra el “no se puede”. ¿Cuántas cosas no intentas porque crees que no son posibles? ¿Cuántas cosas haces porque siempre las has hecho así o porque no te has planteado hacerlas de otra manera? Atrévete a preguntarte por qué no puedes hacer algo, por qué no puedes conseguir mejores resultados. En esta línea, solía decir el presidente de los Estados Unidos J. F. Kennedy “No te preguntes por qué, pregúntate por qué no”.
Simplemente quería compartir contigo la importancia de hacerte de forma recurrente estas 2 preguntas: “por qué” y “por qué no”. Y termino con una frase que me encanta y resume la idea principal de este post “La vida es un viaje del por qué al por qué no”.