Todos somos cracks a nuestra manera. Uno de los mejores amigos de nuestra familia es una persona “especial”. Esta persona, es lo que muchos suelen llamar “un retrasado o un discapacitado mental”. Lamento mucho y me entristece enormemente oír o utilizar estos términos. Me parecen tremendamente ofensivos y además injustos y poco apropiados. Para nosotros, nuestro amigo no es ningún discapacitado, al contrario, es un superdotado, un crack. Es muchísimo mejor que la mayoría de las personas que se consideran “normales” en aspectos como la sinceridad, el cariño, el amor, la ternura… Cierto es que nuestro amigo, en algún tipo de inteligencia – como puede ser la inteligencia lógico-matemática – seguramente presenta niveles muy por debajo de la media; pero también es cierto que en otras habilidades y competencias, está muy por encima de los demás. Por eso me niego a considerarlo un discapacitado.
Porque todos somos cracks y discapacitados a la vez, pues todos nosotros tenemos algunas habilidades, algunas competencias en las que estamos por debajo de los demás. Afortunadamente, también todos tenemos alguna competencia en las que somos realmente buenos. En este sentido resulta imprescindible entender la obra del psicólogo norteamericano de Harvard, Howard Gardner, (Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales en 2011) quien en 1983 publicó su obra maestra “Inteligencias Múltiples”. El libro, y toda la teoría que de él emana, se basa en que no existe una inteligencia sino varias. Gardner presenta 7 tipos de inteligencia: lingüística, lógico – matemática, corporal y cinética, visual y espacial, musical, interpersonal e intrapersonal. En esta línea, critica los típicos test de inteligencia que sólo miden un tipo de ellas y también se opone totalmente a que todos seamos medidos por la misma vara.
Coincido plenamente con Gardner; existen múltiples inteligencias. Estoy seguro de que cada uno de nosotros tenemos alguna habilidad, alguna competencia o disciplina en la que realmente somos muy buenos e incluso podemos ser mejores. Por el contrario, en muchas otras áreas somos realmente muy poco competentes. Es lo que me gusta ilustrar en algunos cursos y conferencias con la siguiente imagen:
Se trata del jugador del Real Madrid y de la selección nacional Sergio Ramos con el campeón del mundo de ajedrez Magnus Carlsen. Suelo preguntar a mis alumnos, ¿quién creéis que es más inteligente? La gran mayoría, tras unas risas o carcajadas suelen dejar claro que, a su entender, el ajedrecista es muchísimo más inteligente que el futbolista. Yo les digo que no estoy de acuerdo; no sé quién es más inteligente, simplemente creo que ambos son muy inteligentes en ámbitos muy diferentes.
Porque, a mi entender, todos somos muy inteligentes, todos somos muy buenos en alguna disciplina. Todos podemos ser auténticos cracks, si encontramos aquél ámbito en el que podemos desarrollar todas nuestras capacidades. Entender el concepto de inteligencias múltiples de Gardner resulta fundamental para potenciar las peculiaridades de cada uno de nosotros. Nuestro deber como padres y educadores es ayudar a nuestros hijos y alumnos a descubrir estas capacidades para que puedan desarrollarlas debidamente, como comento en mi post de hace unos meses «Grandes docentes»
Te recomiendo analices bien cuáles son tus fortalezas, cuáles son tus talentos naturales y aprovéchalos. Olvídate de tus debilidades, seguro que tienes muchas, como todos nosotros. Céntrate en tus puntos fuertes y dedícales tiempo y sacrificio. Sólo así serás un auténtico crack en una determinada disciplina.
Y termino con una cita de Howard Gardner que me encanta: «No importa cuán inteligente eres, lo que realmente cuenta es en qué eres inteligente»