En un mundo donde los resultados suelen ser inciertos y la información incompleta, ¿CÓMO PODEMOS TOMAR MEJORES DECISIONES? Annie Duke, exjugadora profesional de póker convertida en experta en toma de decisiones, ofrece una respuesta convincente en su libro «Thinking in Bets«. Basándose en su experiencia en la mesa de póker y su formación académica en psicología cognitiva, Duke presenta un potente marco para mejorar la toma de decisiones en los negocios, el liderazgo y la vida cotidiana.
La premisa central de las ideas de Annie Duke son que LAS DECISIONES SON APUESTAS. En el centro de la filosofía de Duke se encuentra una idea simple pero transformadora: CADA DECISIÓN ES UNA APUESTA A UN RESULTADO FUTURO. Rara vez disponemos de información completa, y la suerte suele influir en los resultados que obtenemos. Por lo tanto, JUZGAR LAS DECISIONES ÚNICAMENTE POR SUS RESULTADOS ES UN ENFOQUE ERRÓNEO. En esta línea, Duke resalta que
“Lo que hace que una decisión sea excelente no es que tenga un gran resultado. Una gran decisión es el resultado de un buen proceso.”
Este cambio de mentalidad —del pensamiento basado en resultados al pensamiento basado en procesos— nos anima a evaluar la calidad de nuestras decisiones basándonos en la información disponible en ese momento, no en el resultado final.
En este sentido, a menudo asumimos que un buen resultado significa una buena decisión y un mal resultado significa una mala decisión. Este es un sesgo cognitivo que puede conducir a un aprendizaje deficiente y a estrategias erróneas. Es lo que se conoce como LA TRAMPA DEL SESGO DE RESULTADO. Como suele afirmar Annie Duke,
“Nos atribuimos rápidamente los buenos resultados y culpamos a la mala suerte de los malos.”
De esta forma, al separar la calidad de las decisiones de la calidad de los resultados, podemos analizar mejor nuestras elecciones y mejorar con el tiempo.
Duke también nos anima a ACEPTAR LA INCERTIDUMBRE Y A PENSAR EN TÉRMINOS DE PROBABILIDADES EN LUGAR DE CERTEZAS. Este pensamiento probabilístico nos ayuda a mantenernos flexibles, a tener la mente abierta y a estar menos apegados emocionalmente a tener razón. Es lo que Duke llama como PENSAR EN PROBABILIDADES.
Además, Duke afirma que, tanto en el póker como en la vida, LOS RESULTADOS SE VEN INFLUENCIADOS POR UNA COMBINACIÓN DE HABILIDAD Y SUERTE. Reconocer esto nos ayuda a evitar el exceso de confianza y fomenta la humildad en nuestros juicios.
Duke también recomienda rodearse de personas que desafíen nuestro pensamiento y nos exijan responsabilidad. Duke aboga por la formación de «grupos de búsqueda de la verdad»: grupos que priorizan la precisión sobre el ego. Porque como ella misma dice,
«La rendición de cuentas se siente como una confrontación, pero en realidad es un regalo.»
Además, Annie apuesta por LLEVAR UN DIARIO DE DECISIONES, ya que puede ayudarnos a rastrear nuestro razonamiento, aprender de decisiones pasadas y calibrar nuestros niveles de confianza con mayor precisión con el tiempo.
Para líderes, emprendedores y profesionales, las teorías de Annie Duke ofrecen un conjunto de herramientas prácticas para abordar la complejidad y la ambigüedad. Da igual si estás lanzando un nuevo producto, contratando a un miembro del equipo o realizando inversiones estratégicas, adoptar una mentalidad probabilística puede conducir a una toma de decisiones más resiliente y adaptativa. También fomenta una cultura de aprendizaje y seguridad psicológica, donde los errores se consideran oportunidades de crecimiento en lugar de fracasos que deben ser castigados.
Termino con una frase de Annie Duke que resume la esencia de sus ideas:
“Necesitamos dejar de tratar la incertidumbre como un villano y empezar a tratarla como un aliado.”