Uno de los mejores libros que he leído últimamente ha sido “Eso nunca funcionará” de Marc Randolph. El libro narra la historia de Netflix, escrita en primera persona por uno de sus fundadores. Escribí sobre el libro en mi post de hace un tiempo “Las reglas de Randolph para el éxito”. Desde que descubrí la figura de Marc Randolph le he seguido de cerca pues me parece un auténtico fuera de serie.
En la vida, a menudo nos enfrentamos a desafíos que parecen insuperables. A veces, la única manera de superarlos es seguir adelante y enfrentarlos. Esto es exactamente lo que Reed Hastings y Marc Randolph, los fundadores de Netflix, hicieron cuando su empresa estaba al borde de la bancarrota.
En el año 2000, Blockbuster era el rey del alquiler de películas con 9.000 tiendas y 60.000 empleados. Netflix, por otro lado, era solo una idea de alquiler de DVD por correo de dos emprendedores de Silicon Valley. Lucharon durante años para hacer que su modelo de suscripción sin fechas de vencimiento ni cargos por retraso funcionara. Pero cuando parecía que finalmente habían encontrado el éxito, la burbuja de Internet estalló y su empresa parecía destinada al fracaso.
En lugar de darse por vencidos, los fundadores de Netflix buscaron una solución estratégica para mantener su empresa en marcha. Se acercaron a Blockbuster con una oferta de cooperación que incluía una colaboración conjunta. Ofrecieron a Blockbuster que ellos llevaran el negocio de las tiendas físicas y que el equipo de Netflix llevara el negocio online, desarrollando un nuevo negocio híbrido entre el mundo online y el offline.
Como explica Marc Randolph, “la reunión iba muy bien. Hicieron buenas preguntas. Hasta que hicieron la pregunta más importante: ¿Cuánto vale vuestro negocio?«. Era un tema que habían preparado bien. El director financiero de Netflix, Barry McCarthy pidió «Cincuenta millones de dólares» por la venta de Netflix al gigante Blockbuster. Tras esta petición, hubo un silencio perfecto. Las palabras de los directivos de Blockbuster fueron «Lo consideraremos«, pero el equipo de Netflix pensó que estaban luchando para reprimir la risa. Después de eso, la reunión se fue desvaneciendo. En unos días, la respuesta de Blockbuster fue un rotundo no. Su idea de vender la empresa a Blockbuster o colaborar con ellos, no había funcionado. Pero como dice Randolph, “NADIE SABE SI UNA IDEA ES BUENA O MALA HASTA QUE LA PRUEBA”.
Sin embargo, Hastings y Randolph no se rindieron. Randolph suele decir que “lo que no te mata, te hace más fuerte”. Explicaba Randolph también que su padre solía decirle “A veces, la única salida es seguir hacia delante”. Los propietarios de Netflix aprendieron que la única forma de salir de su situación era seguir hacia delante. Sabían que la solución no era fácil. Lucharon durante años para mantener su empresa a flote, pero finalmente tuvieron éxito. Netflix salió a bolsa y superaron a Blockbuster en ingresos. Netflix se convirtió en un líder en la industria del entretenimiento y en una empresa de tecnología de renombre mundial. En la actualidad la empresa que Blockbuster podría haber comprado en el año 2000 por 50 millones de dólares, tiene un valor de mercado que supera los 150.000 millones de dólares. ¿Y esa empresa con 9.000 tiendas? Ahora tiene solo una.
La lección a aprender de la experiencia de Netflix es que EL CAMBIO ES INEVITABLE Y QUE, A VECES, LA ÚNICA FORMA DE SUPERARLO ES AFRONTARLO, TIRAR HACIA DELANTE, COGER EL TORO POR LOS CUERNOS. Si no estás dispuesto a innovar y adaptarte, alguien más lo hará por ti. La innovación es clave para el éxito y la supervivencia en un mundo cambiante. Dice Randolph que “la iteración, no la ideación, es la parte más importante del emprendimiento en etapa inicial. Debes tener muchas ideas, muchas malas ideas, si quieres terminar con una buena”. Así que, apuesta por innovar, por intentarlo, por adaptarte y liderar el cambio.
Y sobre todo recuerda siempre que, A VECES, LA ÚNICA FORMA DE AVANZAR ES A TRAVÉS DE LOS PROBLEMAS Y QUE DEBES ESTAR DISPUESTO A ENFRENTAR LOS DESAFÍOS Y ADAPTARTE PARA SEGUIR ADELANTE.
Termino con una frase del propio Randolph que me encanta: “Todo el que se ha duchado ha tenido una idea. Pero son las personas que salen de la ducha, se secan y hacen algo al respecto los que marcan la diferencia.” Así que ya sabes, si tienes alguna idea, afróntala y tira hacia delante.
