Estamos viviendo una época de cambios sin precedentes. La llegada de internet y la transformación digital, la crisis de 2008 que se inició con la caída de Lehman Brothers, la recuperación de la crisis, la cada vez mayor globalización, la situación de la pandemia por el covid … Todo ha cambiado mucho en los últimos años. De hecho, suele decirse que en lugar de estar en una época de cambios … estamos sin duda ante un cambio de época. Y en esta nueva época sería absurdo no darnos cuenta que también DEBEMOS CAMBIAR LA FORMA EN LA QUE GESTIONAMOS A LAS PERSONAS.
Decía Winston Churchill que “no podemos seguir aplicando los hábitos del pasado para decidir sobre el futuro”. En un sentido parecido se expresaba también Albert Einstein, diciendo que “no podemos resolver nuestros problemas con la misma manera que usábamos cuando los creamos”. Es decir, ante tanto cambio, resulta imprescindible que también cambiemos la forma en la que gestionamos personas. El trabajo en remoto, la escasez de talento, la masiva incorporación de millennials y de la generación Z al mundo profesional, el auge de los freelancers, ha hecho que el mundo laboral también haya cambiado muchísimo en los últimos años.
En este sentido, Gallup ha identificado 6 GRANDES CAMBIOS QUE DEBEMOS TENER MUY PRESENTES PARA GESTIONAR PERSONAS en la actualidad:
- De mi salario… a mi propósito. El sueldo siempre ha sido importante. Pero hoy en día, cada vez más personas desean formar parte de organizaciones con una misión muy clara. Muchos profesionales valoran trabajar en un proyecto que esté totalmente alineado con su propósito.
- De mi satisfacción… a mi desarrollo. Anteriormente se valoraba mucho la satisfacción personal en el puesto de trabajo. Y no digo que hoy no sea importante, que lo es y mucho, sino que también valoran sobremanera el desarrollo personal. Tener un ambiente laboral agradable se da por supuesto. A los profesionales les interesa muchísimo estar en organizaciones en las que puedan desarrollarse, en las que puedan crecer tanto a nivel personal como profesional.
- De mi jefe… a mi coach. Anteriormente estaba muy presente la figura del jefe, aquella persona que daba órdenes a sus trabajadores y controlaba de cerca su trabajo. Hoy en día los profesionales prefieren tener líderes en lugar de jefes. Personas de las que aprendan algo, personas que hagan de coach y les puedan ayudar a entender y desarrollas sus capacidades innatas y sus fortalezas.
- De mi evaluación anual… a mis conversaciones continuas. En el pasado la mayoría de las interacciones entre un jefe y un subordinado se centraban en la evaluación anual (o semestral, o trimestral) de desempeño. En la actualidad, los profesionales apuestan por tener conversaciones constantes con sus jefes, utilizando múltiples formas de comunicación: cara a cara, Whatsapp, teléfono, redes sociales, Teams, Zoom u otras. Las conversaciones son frecuentes y multidireccionales, donde el feedback también está muy presente.
- De mis debilidades… a mis fortalezas. Históricamente la gestión de personas se ha centrado mayoritariamente en la corrección de debilidades. Analizar el desempeño de un profesional, ver qué debilidades tiene y corregirlas. Hoy en día, Gallup ha descubierto que las debilidades de una persona nunca se convierten en fortalezas, mientras que las fortalezas se pueden desarrollar de forma infinita. Una organización basada en las fortalezas ayuda a atraer y retener el talento.
- De mi empleo… a mi vida. Uno de los grandes objetivos de los trabajadores de hoy en día es tener un buen trabajo. El trabajo deja de ser solo un trabajo y pasa a ser su vida.
6 reflexiones potentes que debemos tener muy presentes todas los profesionales que gestionamos personas.
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