Sí, el post de hoy va sobre métricas, en concreto sobre cuáles son tus métricas. Y cuando escribo métricas me refiero a “aquellos datos numéricos que te permiten conocer con detalle cuál es tu rendimiento en un ámbito determinado”.
Lamentablemente muchos profesionales no tienen o no controlan sus métricas. Van haciendo, van trabajando… pero no controlan demasiado su desempeño, no siguen con atención su rendimiento. Y te puedo asegurar que EL PRIMER PASO PARA MEJORAR EL RENDIMIENTO EN CUALQUIER ÁMBITO ES CONTROLAR LAS MÉTRICAS, seguir la evolución de los principales indicadores. Escribía sobre la importancia de controlar y vigilar un ámbito determinado hace unas semanas en mi post El Efecto Hawthorne. Ya sabes aquello de “lo que no se mide, no mejora… y lo que no mejora, suele empeorar”.
- Por lo tanto, el primer paso que te recomiendo para mejorar tu rendimiento en un ámbito determinado es que definas qué métricas vas a usar. Qué aspectos quieres medir, qué aspectos quieres controlar. Sea en el ámbito personal, familiar, deportivo, profesional… controla tus métricas. Decide aquellos (pocos) indicadores que de forma clara son claves para que consigas aquello que quieras conseguir. Y para ello, también te recomiendo que pienses en las métricas finales (por ejemplo, cuantos clientes nuevos consigues) y que seas capaz de desglosar estas métricas finales en métricas intermedias o métricas de proceso. Siguiendo con el ejemplo, si la métrica final es conseguir X nuevos clientes, para ello deberás conseguir cumplir con las métricas intermedias, como puede ser, número de llamadas, número de visitas a clientes, presupuestos presentados…
- Si el primer paso era definir bien las métricas que vas a considerar, el segundo paso es desglosar estas métricas en métricas intermedias. Define bien qué 3-4 métricas intermedias son necesarias para conseguir una métrica final. Se trata de separar bien el fin (lo que quieres conseguir) de los medios (el camino para conseguirlo). Por ejemplo, la mayoría de freelancers no quieren visitas a su página web, quieren vender más (objetivo final) y para conseguirlo han establecido un objetivo intermedio que es tener más visitas a su página web pues entienden les acercará a su objetivo final. En este sentido, observo muchos profesionales confundidos al respecto. Dan mucha importancia a algunas métricas intermedias pero a veces pierden el foco en las métricas finales. En esta línea, entra en juego muchas veces lo que se conoce como métricas de vanidad. Es decir, métricas que te hacen feliz porque aumentan tu autoestima o tu vanidad, pero nada tienen que ver con tus objetivos finales (salvo que estos sean la autoestima o la vanidad). Supongo que entiendes a qué me refiero. Cuanto más sincero seas contigo mismo, cuanto más claro seas en definir qué quieres conseguir y cómo lo vas a lograr, mejor te irá.
También te recomiendo, NO TE OBSESIONES CON LAS MÉTRICAS. Yo me olvido de las métricas y sólo las reviso una vez al mes. En menos de una hora, repaso las métricas que he definido, observo su evolución, compruebo los indicadores que han evolucionado bien, los que no… y termino con 2-3 acciones (no más) que me permitan mejorar los resultados en el próximo mes. Y hasta el mes siguiente me olvido del tema y no lo vuelvo a mirar.
Sí, sé que todo lo que te estoy contando es muy básico, muy sencillo. Lo utilizamos a diario en actividades tan sencillas como conducir. Por ejemplo, si estás en un lugar X y quieres ir al lugar Y, durante el trayecto vas controlando si vas cumpliendo con las métricas intermedias. También vigilas algunos indicadores como puede ser la velocidad a la que conduces, el nivel de combustible… Por lo tanto, si lo utilizamos a diario en diferentes actividades, ¿por qué no podemos aplicar esta forma de trabajar a los retos personales y profesionales que más nos importan?
Termino con una frase de Seth Godin que me encanta y resume perfectamente lo que te quería explicar: “Una métrica útil es precisa y está alineada con tus objetivos. No midas nada a no ser que los datos te ayuden a tomar mejores decisiones o a cambiar tus acciones”.