Siempre he admirado mucho a Jack Welch. Jack estudió ingeniería química. Posteriormente empezó a trabajar en General Electric en 1960 y su carrera en la compañía norteamericana fue realmente extraordinaria. A los 37 años ocupó la vicepresidencia y a los 45 se convirtió en el director ejecutivo más joven de la historia de la compañía. Durante los 20 años como máximo ejecutivo de la compañía (de 1981 a 2001), ésta multiplicó su facturación por 5 y Jack Welch fue considerado como el mejor directivo del Siglo XX por la revista Fortune.
En el libro “Winning” (no te lo pierdas, es realmente bueno), el propio Welch relata las claves de su gestión y de su particular estilo de liderazgo. Fue un gran defensor de que la principal función de un directivo es gestionar bien a sus trabajadores. De hecho, abogaba por dar mucho poder a sus directores de RRHH y los situaba en los principales centros de decisión de las compañías. Afirmaba Welch que “el equipo con los mejores jugadores normalmente gana. Por este motivo debes invertir la mayor parte de tu tiempo y energía en desarrollar a tu gente”.
En cuanto a la gestión de personas, uno de los aspectos más destacados de su gestión fue “EL MÉTODO 20-70-10”. Consistía en analizar con detalle el rendimiento de los trabajadores de cualquier organización y clasificarlos en 3 grupos.
- LOS BUENOS. Afirmaba Welch que solía ser aproximadamente el 20% del total. Los mejores y los que conseguían mejores resultados. Y a este colectivo hay que cuidarlo bien, recomendaba pagarles muy bien, aconsejaba felicitarlos y reconocerlos frecuentemente, y, sobre todo, conseguir que continúen motivados por formar parte del proyecto. Solía decir Welch que “si eliges a las personas adecuadas y les das la oportunidad de desplegar sus alas y les pagas bien, casi no tienes que gestionarlos”.
- LOS MALOS. Es el 10% del total aproximadamente. Y aquí Welch es radical. Afirma que debe despedirse a estos trabajadores de forma inmediata. Son imprescindibles estos despidos para mejorar los resultados de la compañía. Y para los trabajadores puede ser también positivo pues están en un proyecto en el que logran malos resultados y posiblemente encuentren un nuevo proyecto en el que las cosas les vayan mejor.
- LOS NORMALES. Se trata de la mayoría de la organización, aproximadamente el 70% del total. Son los trabajadores que consiguen un rendimiento medio. Y según Welch, gestionar bien esta mayoría es clave para mejorar los resultados de la organización. Aquí debe trabajarse bien los temas de motivación y compromiso de los profesionales. Hay que definir bien los objetivos y formarles y ayudarles en su desarrollo para conseguir que crezcan dentro de la empresa y puedan formar parte en el futuro del selecto grupo del 20% (los mejores).
Bien, como casi todas las estrategias de Welch son agresivas y seguramente un poco radicales. Personalmente no me sentiría muy a gusto aplicándolas a rajatabla. Pero si veo muy interesante entender que puedes clasificar a tus trabajadores en 3 grandes grupos. Seguramente siempre habrá algunos que deban ser despedidos, algunos que consiguen grandes resultados y una amplia mayoría que hay que trabajar a fondo para que mejoren su desempeño individual y con ello potencian la marcha de la organización.
Termino con una frase de Welch que me gusta mucho. “Antes de ser un líder, el éxito se basa en tu crecimiento. Cuando te conviertes en un líder, el éxito es sobre todo hacer crecer a los otros”.
