El mundo profesional está cambiando radicalmente en los últimos años. La crisis económica global que hemos vivido, la incorporación de los millennials (personas nacidas entre 1980 y 1996) y la Generación Z (nacidos a partir 1997) al mercado laboral, la revolución digital en la estamos inmersos, entre otros muchos aspectos, han provocado que el mercado laboral sea muy diferente al de hace unos años. Además, estos cambios en el mercado laboral coinciden con la ralentización de productividad económica global causada, mayoritariamente, por no aprovechar debidamente el potencial humano.
Ante este reto tan complejo de aumentar la productividad global y en un entorno como el actual, DEBEMOS CAMBIAR LA FORMA EN LA QUE GESTIONAMOS A LAS PERSONAS. En este sentido, Gallup (la empresa consultora norteamericana) recomienda entender y apostar por 6 cambios en la gestión de personas:
- De la nómina al propósito: durante muchos años, diría que el objetivo más importante (o en muchos casos el único) de las personas en el mercado laboral era cobrar una nómina con la que poder vivir. Con la llegada de millennials y los cambios que hemos vivido, no digo que la nómina no sea importante, pero muchos profesionales valoran el propósito tanto o más que la nómina. A muchas personas les gusta descubrir cuál es su propósito, por qué quieren hacer el trabajo que van a realizar, qué motivaciones hay detrás de ello. Por lo tanto, las empresas deben entender que muchos trabajadores no sólo trabajan para cobrar una nómina sino desean encontrar el sentido y propósito a su trabajo.
- De la satisfacción al desarrollo: muchas empresas se han esforzado en los últimos años en crear condiciones laborales que permitan a sus trabajadores estar a gusto en el lugar de trabajo, estar satisfechos. Y no digo que esta satisfacción no sea importante; lo es y mucho. Pero a mi entender hoy en día, es un requisito necesario, pero no suficiente. Muchos profesionales desean, además, que la empresa les ayude a desarrollarse, a crecer como profesionales y como personas.
- De jefe a coach: el rol de jefe, del “ordeno y mando” está totalmente pasado de moda. No obstante, muchas empresas todavía cuentan con este tipo de jefes autoritarios, a los que les gusta dar órdenes y tenerlo todo bajo control. En un momento como el actual, muchos trabajadores prefieren tener un líder coach, una persona que se preocupe por ellos como personas y como trabajadores y que les ayude a descubrir, entender y potenciar sus fortalezas.
- De revisión anual a conversaciones frecuentes: actualmente las personas nos comunicamos de forma continua. La tecnología ha cambiado radicalmente la forma en la que nos comunicamos. Muchas empresas todavía basan la comunicación de los directivos con sus trabajadores en las revisiones anuales (o trimestrales en el mejor de los casos). En la situación actual, la comunicación ya no debe ser puntual (una o pocas veces al año). La comunicación con los trabajadores debe ser constante y fluida.
- De enfocarse en debilidades a enfocarse en fortalezas: la mayoría de los proyectos de desarrollo personal y profesional se han centrado en las debilidades. Se analiza qué no se le da bien al profesional en cuestión y se diseña un plan de formación para que consiga el nivel esperado en un ámbito determinado. No obstante, las investigaciones realizadas por Gallup demuestran que las debilidades nunca se desarrollan en fortalezas mientras que las fortalezas se desarrollan infinitamente.
- Del trabajo a la vida: uno de los descubrimientos más importantes realizados por Gallup indica que todas las personas desean tener un buen trabajo. Para muchas personas, tener un buen trabajo es necesario para tener una buena vida. Los profesionales cada vez más apuestan por trabajos que son compatibles con su proyecto de vida. Para las nuevas generaciones, un trabajo ya no es solamente un trabajo, sino su vida.
Como hemos visto, el mundo ha cambiado muchísimo en los últimos años. También ha cambiado de forma notable el mercado laboral. “No podemos seguir aplicando los hábitos del pasado en el presente”, dijo Churchill hace varias décadas. Y no puede ser más cierto. El mercado laboral actual requiere grandes cambios para adaptar la gestión de personas a la situación actual. Cuando los directivos maximizan el potencial de cada profesional, no sólo consiguen grandes resultados para su empresa, sino que además ayuda a las personas a tener un gran trabajo y una gran vida. Este es el futuro del trabajo.